Filosofía y Viñedo: La Resurrección
El corazón de A Ponte Vella reside en su origen, de ahí su sobrenombre de "el más trabajado":
Viñedo Recuperado: Procede de viñas que habían sido abandonadas (algunas hasta por 6 años), a las que se ha devuelto el vigor mediante un trabajo de viticultura heroica durante tres años.
Terroir Único: Las uvas provienen de una majestuosa parcela de pendiente escarpada conocida como "Wembley", ubicada a gran altitud, entre los 740 y 800 metros.
Co-fermentación Tradicional: Se utiliza una combinación de Mencía (tinta) con variedades blancas locales (Doña Blanca, Godello y Jerez), vendimiadas y vinificadas conjuntamente para lograr un equilibrio delicado y complejo.
Elaboración: La Fusión de la Excelencia
El proceso es largo y meticuloso, buscando la máxima expresión del terroir y la complejidad de la crianza:
Vendimia y Fermentación: Vendimia manual. Las uvas tintas y blancas se despalillan y se introducen juntas en depósitos de acero inoxidable para la fermentación, empleando solo levaduras indígenas.
Doble Reposo:
Estabilización Larga (12 meses): El vino reposa un año en depósitos de acero inoxidable para clarificarse de manera natural, preparando la estructura.
Crianza en Roble (12 meses): Madura un año más en barricas de roble francés (de varios usos), lo que le confiere complejidad sin enmascarar la fruta.
Embotellado: El vino es embotellado sin filtrar, asegurando la preservación de todos sus matices.
Notas de Cata (A Ponte Vella)
Nariz: Compleja, viva y fragante, con una base intensa de frutos rojos y negros (grosella, mora), junto a delicadas notas florales (violetas), sutiles balsámicos y especias provenientes de la barrica.
Boca: Intenso, vivo y envolvente. Muestra una estructura de cuerpo medio con taninos finos y muy bien integrados. La acidez media le aporta una gran frescura y equilibrio, culminando en un final largo y muy persistente.